“La verdad no se ni por donde iniciar” así empezaron las
palabras ese día, el caballero que se paraba frente a la congregación estaba
vestido totalmente de negro muy acorde a la ocasión; “La vida ha sido
extremadamente bella conmigo, Dios siempre me dio todo lo que me hacía falta, y
aun me daba algunos regalos, el tiempo no me alcanzara creo para decir todo lo
que tengo que decir” el hombre vestido de negro agacho su cabeza y lágrimas empezaron
a rodar por sus mejías, levanto lentamente la cabeza mientras sonreía nerviosamente;
“Lamento mucho mis lágrimas, es que no
quiero aceptar que es una despedida, ella siempre quiso que este día lloviera y
los lunes era su día favorito porque decía que solo los verdaderos amigos nos
acompañan los lunes” muchos de los asistentes sonrieron con este pequeño
chiste, “me alegra que no llueva aunque me gustaría que al final, su deseo si
se cumpla. He pasado muchos años esperando estar delante de todos nuestros
seres queridos como lo estoy ahora para decirles algo que creo ya todos saben,
me gustaría decirles un poco de lo mucho que he aprendido, he aprendido que en
realidad es un amor para toda la vida, les pido pensemos un poco” dijo el hombre
mientras tomaba un suspiro.
“pensemos en esto: solo tenemos una vida y hay que vivirla
de lo mejor posible y he aprendido que la mejor manera es amando, amando de
todo corazón y más aun amando con la cabeza, no hay nada mejor que saber que
somos amados por la persona correcta, les pido no se equivoquen a lo largo de
mi vida tuve muchos romances con personas que ni yo las merecía a ellas ni
ellas a mí; y lo digo en presencia de mis hijos y nietos: cometí muchos errores
pero de ellos aprendí a valorar lo que en serio valió la pena, valió pena ser
feliz; valió la pena en algún momento saber que las esperanzas parecían perderse
para al final descubrir que la esperanza es lo último que se pierde” el hombre
paro de hablar por un momento mientras empezaba a mirar como el cielo se tornaba
gris y el sonrió; “Les prometo no les quitare mucho tiempo sé que lloverá y la
verdad eso me alegra” el discurso fue detenido un rato mientras unos voluntarios
y trabajadores ponían una carpa.
“Ella siempre quiso perdonar y siempre lo hizo, nunca entenderé
como su corazón funciona o como su mente trabajaba, pero estoy feliz de haber
invertido mi vida estando a su lado, a todos ustedes que me escuchan les pido
que no sigan mi ejemplo, les pido que sigan el ejemplo de ella, que siempre
perdono y amo sin dar nada o esperar nada a cambio.” Alguien de entre la gente
que escuchaba levanto la mano pidiendo la palabra, el hombre que hablaba extendió
su mano y para cederle la palabra “Hola, creo que pocos se acuerdan de mí, pero
estoy aquí para decirles que yo la conocí bien, conocí a la persona de la que
hablamos, pero mientras nosotros estamos aquí hay alguien que sufre por que no
pudo venir, yo vengo en representación de él, vengo a decirles que ay alguien
en una cama de hospital que se lamenta por lo que ha pasado y les pide perdón”
el hombre se sorprendió mucho por lo que esa misteriosa mujer decía; “No tiene
de que preocuparse, ella hizo lo que hizo porque quería hacerlo” siguió el
hombre mientras se acercaba un poco al medio del grupo.
“He vivido lo suficiente como para decirles esto: espero que
cuando sea su tiempo de conocer al amor de su vida no se pierdan la oportunidad
de ser felices porque esas oportunidades solo se dan una vez en la vida, les
pido mis amigos que amen con todo lo que tienen y no se rindan, recuero la vez
que le fui infiel…” muchos de los que estaban ahí se sorprendieron por que no sabían
de eso el hombre tomo aire y siguió “déjenme les explico: fue hace muchos años atrás
cuando aún éramos jóvenes, yo había salido del país por cuestiones del trabajo,
ella no quiso acompañarme ya que se sentía mal de salud, en la conferencia en
la que estaba me encontré con una amiga que hace tiempo no veía, alguien con la
que tenía un pasado, yo quede de reunirme
con ella en uno de los restaurantes del hotel, fue una conversación tranquila
cuando los dos nos acercamos y os besamos, mi amiga me estaba tomando de la mano
cuando alguien toco mi hombro, era ella, empapada con agua de lluvia porque el
taxi no la dejo ni siquiera cerca del hotel, ella me vio, me sonrió y me dijo: lo siento solo que tenía un mal
presentimiento yo la vi y no estoy seguro de que cara tenia, ella me dijo
que me esperaría en la habitación, cuando yo subí ella estaba sentada en una
silla junto al comedor, solo me pidió que le explicara qué fue lo que había pasado
pero que no le pidiera perdón, le conté y explique cómo todo había sido, ella
me sonrió y me dijo quizás fue su culpa por no venir en primer lugar, y me dijo
que no me preocupara que ella ya me había perdonada incluso antes que pasara, me
dijo que el amor que ella siente por mi podía perdonarlo todo” los asistentes seguían asombrados por la
historia que había contado; unos de los hijos del hombre que vestía de negro se
le acercó al oído a decirle que ya era hora, mientras su hijo le decía la
misteriosa mujer volvió a levantarse “Yo soy esa mujer”, dijo “lamento mucho lo
que paso como no tienes idea no sabía que estabas casado con hijos, pero no he venido solamente a
pedir perdón por mí, he venido a pedir perdón por mi esposo, es el quien conducía
el auto, es el con quien tu esposa tubo el accidente y murió, el manejaba y sé
que quizás estás enojado pero solo quiero decirte que lo que ellos hacían era para
ti… tu esposa tenía cáncer y estaba reuniendo a todos las personas que conocían
para darte su apoyo… lo siento” toda la gente se quedó paralizada mientras la
gotas empezaban a caer desde el cielo; “Yo también lo siento” dijo el hombre
mientras todos se apartaban, el hombre y la mujer misteriosa se acercaron al ataúd
que estaba empezando a ser bajado por los trabajadores del cementerio. “Sabes”
dijo el “la última vez que hable con ella me hizo una pregunta… me pregunto qué
¿si la amaba?” ella lo vio y le sonrió mientras le preguntaba “¿Tú que le
preguntaste?” el hombre sonrió y mientras miraba al cielo dando el ultimo adiós
dijo: “Como a la vida misma, que la quería como a la vida misma y que ella había
sido mi amor; mi amor para toda la vida”
La mujer misteriosa se despidió con un beso en la mejía, el
hombre que vestía de negro se quedó frente al ataúd mientras bajaba
lentamente, la familia del hombre se quedó
un poco lejos mientras dejaban que él se despidiera, el por un momento no dijo
nada, solamente estaba parado ahí sonriendo, en un momento él se arrodillo
mientras secaba las lágrimas de su rosto y decía “Este es mi feliz San Valentín
para ti, este lunes, este 14 de febrero, y este día que llueve así como tu querías;
adiós mi amor, adiós mi vida; te amare por siempre…”